Bruno Schulz realizó una interpretación de cómo habría sido el mausoleo del rey ostrogodo en origen, debido a las modificaciones que ha ido sufriendo a lo largo de siglos en pie.
Se erigió en el año 520 d. C como lugar de enterramiento y, tras la conquista Bizantina, Justiniano elimina cualquier rastro bárbaro de sus posesiones, perdiendo el edificio muchos de los elementos que el arquitecto ostrogodo le hubiera otorgado en el momento de la construcción. Pasó a ser lugar de culto cristiano a partir de la Edad Media y quedó prácticamente enterrado en el siglo XVIII, teniendo solo un acceso a la planta superior, que se utilizaba como capilla, a la que se podía ingresar a través de unas escaleras agregadas. En el siglo XIX comienzan las excavaciones para sacar a la luz el piso inferior y, en el siglo XX, cuando se logra, se suprimen las escaleras y se coloca una pasarela de acceso al piso superior, tal y como podemos encontrarlo en la actualidad.
Mausoleo de Teodorico en el siglo XVIII |
Es un edificio de gran robustez, a base de piedra caliza para garantizar su permanencia en el tiempo y ensalzar, para la posteridad, la importancia del monarca. Pero lo más sorprendente es su cubierta, realizada con un único bloque pétreo de 300 toneladas, al que tuvieron que añadirse doce ménsulas para facilitar su transporte, diferenciando así la influencia estética y constructiva de los pueblos germánicos, a pesar de la clara reminiscencia romana. Una vez colocada la cúpula, se aprovechó cada ménsula para instalar esculturas, que hoy en día no se han localizado.
Como hemos mencionado, es un edificio de planta centralizada provisto de dos pisos decagonales. La planta baja está rodeada de arcos de medio punto ciegos al exterior, a modo de nichos que, según algunos expertos, debieron albergar también esculturas. El interior tiene forma de cruz griega -al modo del mausoleo cercano de Gala Placidia, del que ya hemos hablado en anteriores post- y estaría dedicada al culto. La parte superior es de menor tamaño y, en origen, debió estar rodeada por un deambulatorio formado por una arquería columnada que, según Schulz, debía estar provista de más esculturas, en este caso, de los monarcas más importantes de la dinastía goda. En el interior de la planta superior es donde reposaron, en una urna, los restos de Teodorico, aunque no se sabe con exactitud. En la actualidad, podemos encontar un sacófago de pórfido del siglo IV que se encontraba en el palacio del monarca.
El mausoleo se encuentra en la zona norte de la ciudad, pero se puede llegar caminando en media hora. La visita cuesta 4 euros, pero también se puede admirar desde fuera, mientras descansas a la sobra de lo árboles del parque que se encuentra justo al lado. Os dejo el enlace a su web oficial:
https://www.polomusealeemiliaromagna.beniculturali.it/en/our-museums/mausoleo-di-teodorico
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